Salmos del siglo XXI

Los Salmos han iluminado la vida creyente y la han acompañado en el tiempo del dolor y de la fiesta. Por eso, cualquier intento de volver a escribirlos sería una grave irresponsabilidad. Porque no hay otros Salmos que los bíblicos. Sólo que pueden sonar de manera distinta en la sensibilidad y en las preocupaciones actuales si nos limitáramos a cambiar el estilo de su lenguaje.

La presente lectura de los Salmos es una sentida interpretación que se hace a lo largo de diferentes momentos importantes en la vida de las personas creyentes. Es el fruto del intento de ponerse en lugar del salmista desde una perspectiva actual.

Recordamos con León Felipe: "Me gusta remojar la palabra divina, amasrla de nuevo, ablandarla con el vaho de mi aliento, humedecer con mi saliva y con mi sangre el polvo seco de los libros sagrados y volver a hacer marchar los versículos quietos y paralíticos con el ritmo de mi corazón".

Maria Luisa Izurra me ha escrito lo siguiente en un e-mail:

Hola amigo José. ¡Señor, te doy gracias porque has escondido esto a los sabios y entendidos y se lo has revelado a los sencillos!

No he podido por menos de ofrecerte un testimonio de mi hijica de síndrome de Down. Tiene ahora 36 años. Comienzo. El otro día entré a su cuarto y cuál fue mi sorpresa que la encontré copiando poesías, según me dio ella, de tu libro Salmos del siglo XXI. Es muy curioso pues, probablemente, ella no entienda el mensaje ni su contenido, pero, paradojas de la vida, sí que ella entiende, y muy bien, que a una compañera suya del taller ocupacional le gusta muchísimo la poesía. Mirándole, le dije: Itziar, ¿te gustan estos versos? ¿Los entiendes? Me hizo un gesto como diciéndome ¡Y a mí qué, ama! Es que a la Dolores le gustan mucho las poesías y quiero ir copiándole todas las que están aquí. Y cosa extraña en ella, pues es muy dormilona por sus circunstancias, y ahí la tenías a las once de la noche, copiándo cuatro salmos para la Dolores, como dice ella.
¿Qué tendrá este buen Dios que nos deja descolocados a todos?
Ella va a seguir copiando todo el libro para su Dolores. ¡Si esto no es amor...!
Bueno, majo, esta amatxi de casi 70 años, y esta Itziar de casi 37, se despiden. Igual estaría bien una cartica para ella sola. Bueno, agur.... Besarkada de Maria Luisa.

Respuesta enviada:
Itziar.
Dile a la Dolores que Dios vive.
¿Cómo?
Decía una monja llamada Teresa
que vive entre los pucheros.
Pero vive Dios que Dios vive.
Díselo a la Dolores.
Que sí.
Y de paso,
como yo no lo sé muy bien,
me lo explicas.
Y que te ayude la Dolores.
Estoy seguro de que,
siendo sus preferidas,
vuestra ventaja es mayor,
la mayor de las ventajas.
Un abrazo.
José Serna

También he recibido, espontáneamente, este texto:
"El autor del libro, publicado a principios de los noventa, recurre a los Salmos que, según él, "Han iluminado la vida del creyente y le han acompañado en el tiempo del dolor yla fiesta".
Ahora bien, según el autor, los Samos pueden resonar de manera distinta en la sensibilidad y en las preocupaciones actuales si "nos limitamos a cambiar el lenguaje", de forma que considera la multiplicidad de formas o versiones de los Salmos que significan un esfuerzo de adaptación a nuestro mundo.
El libro en cuestión no es más, y siempre según el propio autor, que una interpretación despreocupada a lo largo de diferentes momentos importantes en la vida de los creyentes. En definitiva: "Es el intento de ponerse en el lugar del salmista desde una perspectiva actual".
Bien, hablo yo de perspectiva actual. Y una vez leído el libro comprendo el sentimiento que inspira al autor: un tiempo actual de guerras, de políticas que intentan acoplarse a los nuevos tiempos, un siglo XX y XXI absolutamente esquivos para el propio entendimiento, máxime cuando lo analizas desde una perspectiva personal, de la sempiterna miseria en otros mundos, abandonados a su propia suerte.
El libro se compone de ciento cincuenta poemas. Es como si el autor quisiera compendiar una idea, acorde consu propósito salmista, y acorde con el logro de plasmar una idea o discurso de una manera lineal.
En los títulos de los poemas, o Salmos, abundan palabras absolutas: homenaje, confianza, perdón solidaridad... así como otros títulos que comprenden ya preguntas o intentos de llamada para los propios lectores. Los poemas en su mayoría son versos de estrofas tetrasílabas, aunque también intercala poemas de estructura irregular.
Los versos son también de métrica irregular. Así, por ejemplo, en el poema 70 leemos: "Señor, Señor (cuatro sílabas) / inunda nuestro ser / con sello de libertad. / Que nadie aprisione nuestro espíritu".
El lenguaje o registro, obviamente ajustado a la pretensión de divulgación, emplea vocablos eternos, como cualquier poeta pudiera pretender. Así, en el nº 63 "Consuelo en el dolor", leemos: "Nuestro corazón es duro / como el acero; / y frío como las piedras". En el 61, "Esperanza", leemos; "Planta, Señor, semilla nueva, / afina nuestra sensibilidad, / para que tu agua de vida / traiga luz a nuestros ojos.
En definitiva, un mensaje de llamada, divulgación del evangelio, protesta y esperanza.
Mi nombre es Roberto. Soy vecino del barrio de Otxarkoaga. Creo que entiendo bastante de poesía. Soy creyente, aunque decir o hablar sobre esta definición suponga ya una limitación. Quiero decir que la propia creencia se entiende quizás en los propios hechos cotidianos, palpables.
Para terminar, unas frases que el propio autor incluye al final del libro: "¿Cómo es que andamos buscando en la oscuridad / cuando el fuego está en nuestro corazón? / ¿Cómo es que devoramos cartas astrales si está en el hermano la línea del horizonte?.