COMPRAR Antología de Pensamiento
Antología de Pensamiento
¡Más que una antología de pensamiento es una colección de aforismos que han quedado plasmados para la reflexión.
Surgen hoy aquí, mañana allá, como pinceladas en el calendario, para encontrar un sentido, una interpretación a este puzzle de fechas, amor, conflictos y desavenencias.
El escenario es compartido con otras diez personas que a un nivel muy sencillo trepan la hiedra que la vida propone, que retuercen las palabras hasta encontrar equilibrio, con el placer de no perder más de lo que ya sabían.
Surgen hoy aquí, mañana allá, como pinceladas en el calendario, para encontrar un sentido, una interpretación a este puzzle de fechas, amor, conflictos y desavenencias.
El escenario es compartido con otras diez personas que a un nivel muy sencillo trepan la hiedra que la vida propone, que retuercen las palabras hasta encontrar equilibrio, con el placer de no perder más de lo que ya sabían.
La guerra es el vómito de sangre de los países ambiciosos.
Los controles a la inmigración son el nuevo muro de la veergüenza que se coloca frente a la pobreza.
Sólo las personas fuertes saben teñir su mirada con el valor que es necesario para ser capaces de perdonar.
Cada vez que dejamos un hueco a la ternura estamos abriendo una ventana en el balcón de la esperanza.
Aquellas lágrimas que se vierten durante el invierno de la vida son el agua que necesitamos cuando la vegetación resalta la exuberancia de la luz en el horizonte. No hay momento perdido para quien ama.
Cuanto construimos monumentos a la libertad en las plazas públicas estamos confesando a menos llenas que la libertad es cosa del pasado.
No es posible bañarse en el mar azul del atardecer con una sonrisa de seis centímetros y medio y lanzar priropos a la luna mientras consintamos que se cobijen tantas toneladas de injusticia en la sombra desdibujada de nuestras mentes.
No sabemos si cerramos las puertas de las casas a cal y canto para que no nos roben o para ocultar nuestra propia incomunicación.
Es preciso emprender un proceso de recuperación ética para que la conciencia personal pueda volver a estar por encima de los votos, los medios de comunicación o la dictadura del ambiente.
Ha llegado la hora de que las palabras se vistan con el velo blanco de la paz y la música mientras el eco del odio y de la muerte estalla entre las aguas negras de los intereses creados, el orgullo y la venganza.
Los controles a la inmigración son el nuevo muro de la veergüenza que se coloca frente a la pobreza.
Sólo las personas fuertes saben teñir su mirada con el valor que es necesario para ser capaces de perdonar.
Cada vez que dejamos un hueco a la ternura estamos abriendo una ventana en el balcón de la esperanza.
Aquellas lágrimas que se vierten durante el invierno de la vida son el agua que necesitamos cuando la vegetación resalta la exuberancia de la luz en el horizonte. No hay momento perdido para quien ama.
Cuanto construimos monumentos a la libertad en las plazas públicas estamos confesando a menos llenas que la libertad es cosa del pasado.
No es posible bañarse en el mar azul del atardecer con una sonrisa de seis centímetros y medio y lanzar priropos a la luna mientras consintamos que se cobijen tantas toneladas de injusticia en la sombra desdibujada de nuestras mentes.
No sabemos si cerramos las puertas de las casas a cal y canto para que no nos roben o para ocultar nuestra propia incomunicación.
Es preciso emprender un proceso de recuperación ética para que la conciencia personal pueda volver a estar por encima de los votos, los medios de comunicación o la dictadura del ambiente.
Ha llegado la hora de que las palabras se vistan con el velo blanco de la paz y la música mientras el eco del odio y de la muerte estalla entre las aguas negras de los intereses creados, el orgullo y la venganza.